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Por Billy DeKid
El radical distanciamiento que se produjo a partir de 1959 entre los músicos cubanos que continuaron su carrera en Estados Unidos y el público de la isla, la suspensión del comercio, que incluía la importación y exportación de discos, y los escasos contactos personales, caracterizaron las tres décadas siguientes. Esto influyó en el hecho de que el público cubano tuviera muy poco conocimiento entonces de lo que verdaderamente se cocinaba en la escena musical neoyorkina, y por tanto, el Boogaloo primero, y la Salsa después, les llegaron como un eco retardatario y enajenado con respecto al nivel de éxitos que ya habían cosechado estos estilos y sus cultores en todo el continente…
Corría el año de 1976 y la Salsa de Fania Records vivía su momento de mayor esplendor, todos los artistas querían estar en Fania Records, porque la firma monopolizaba la difusión y el comercio de todos los estilos de Salsa en Nueva York. Sin embargo, la compañía de Johnny Pacheco y Jerry Masucci apenas sí tenía charangas y le hacía falta tenerlas, fue entonces que, una popular agrupación de flautas y violines llamada Tipica Novel cambió su nombre a Orquesta Novel y firmó con Fania Records. A la vuelta de dos años, ya era la número uno del estilo charanguero y podía darse ciertos lujos y eso fue lo que hizo cuando se estrenó con el disco «Salsamanía», grabado y lanzado al mercado en 1976, con un sonado éxito por aquellos años…
La Tipica Novel se fundó como Orquesta Típica Novel siguiendo la descripción formal en 1961 por el cantante Eddie Rodríguez y el timbalero Héctor Zeno. Nueve músicos participaron de esa producción inicial, entre ellos el violinista Óscar Bouffartique, el violinista y flautista Genaro «Heny» Álvarez y el pianista Gil Suárez. Hacia finales de los 60 empezaron a cambiar los nombres y se estableció un grupo estable de músicos jóvenes liderados por el pianista Willie Ellis y el nombre quedó en Tipica Novel…
La Orquesta Típica Novel fue de mediados de los años 70 a principios de los 90 una de las más importantes formaciones de su tipo en el ámbito de la música latina en Nueva York. El sonido salsero de sus discos traspasó fronteras y alcanzaron éxitos en Colombia, Venezuela, Panamá, Francia, Japón y otros países. Sin embargo, en Cuba eran desconocidos. La Novel incorporó el cencerro característico del formato de conjunto, y comenzó a emplear el high hat y a adaptar diversos mambos de piano y violín, además de añadir metales a su instrumentación…
La Orquesta Típica Novel fue una de las primeras charangas en adaptarse al clima salsero, motivada por el rechazo de ciertos dueños de clubes nocturnos que pensaban que los bailadores no estaban interesados en la charanga. Una de las formaciones que brilló en el espacio neoyorkino de la música latina, asumiendo conscientemente la mejor influencia de la música popular cubana a través de los predecesores y exponentes más auténticos de los formatos del conjunto sonero y de la charanga: el conjunto de Arsenio Rodríguez, “El Ciego Maravilloso”, así como la Orquesta Aragón y Fajardo y sus Estrellas…
Marco Motroni, músico de origen cubano, fue uno de sus primeros integrantes y permaneció allí como cantante durante casi dos décadas. Motroni intervino como cantante en los cinco LP que la Tipica Novel grabara con el sello de TR Records. Marco Motroni, desde la afamada Orquesta Novel, defendió sin parar, por más de veinte años, la música cubana que conoció en los años de su infancia insular, ahora proyectada desde la ciudad que lo había acogido en los albores de su pubertad: Nueva York…
La Tipica Novel grabó primero para el sello Fonseca, en aquellos tiempos en que el Boogaloo copaba la preferencia entre los bailadores de ritmos latinos en Nueva York y, de algún modo, la nueva sonoridad se iba imponiendo, pero luego firmó para el sello TR, (Tito Rodríguez Records), justo en el año en el que el gran cantante murió. Hicieron cinco álbumes antes de pasar a Fania Records y grabar en 1976 su elogiado disco «Salsamanía», pero la Novel, al igual que las otras charangas de Nueva York, tenía un problema, no conseguía muchas oportunidades en los clubes, porque los dueños de estos, preferían el sonido de las trompetas y trombones, ausentes en el formato de la charanga, de modo que hicieron dos cosas, cambiarse el nombre, de Típica a Orquesta e incorporar bongós y campana, José Papo Bine y un trombón, Barry Rodgers, al menos, en algunas canciones de su repertorio. De hecho, sería de las primeras charangas neoyorkinas en adaptarse al nuevo formato salsero. Todas estas ideas y cambios provinieron de tres grandes músicos y líderes del grupo, Eddie Drennon, Mike García y Gonzalo Fernández, pero quien las adecuó a su estilo fue Louie Ramírez, productor encargado de Fania Records para la Novel…
Cuando declina el boom de la Salsa neoyorkina y de la Fania Records, la popularidad y la demanda comercial de sus orquestas portadoras, también cae en picada. A partir de ese momento, Marco Motroni, que ya trabajaba desde hacía algún tiempo en paralelo como agente-operador en Wall Street, se vincula con la compañía de finanzas Carr Futures, cuyas oficinas, en el año 2001, se encontraban en el piso 92 de la Torre Norte o Torre 1 del World Trade Center.
Cuando el 11 de septiembre de ese fatídico año, a las 8:46 am, el Boeing 767 que cubría el vuelo 11 de América Airlines fue estrellado contra los pisos del 93 al 98 de esa torre, Marco se encontraba laborando en el turno de la mañana. En la canción “No me regañes”, Marco Motroni retoma una frase de una conocida canción cubana: “El día que yo me muera, no quiero llanto, no quiero flores”. Sin embargo, tuvo miles de ellas, junto a la esperanza de los suyos en encontrar, en alguna parte, algo más que la voz limpia y melodiosa del cubano…