Willy Chirino: De la nostalgia del exilio a las “Medias Negras” (100 mejores discos de salsa).
Apenas siendo un niño allá en las Antillas,
mi padre me vistió de marinero,
tuve que navegar 90 millas
y comenzar mi vida en el extranjero…
En la maleta traje un colibrí, /un libro de Martí, un sueño, un danzón.
Vino Benny Moré de polizón, /junto a los Matamoros y a Cunin.
Me traje una palmera y un bohío,
y hasta el final del río lo relocalicé.
En mi humilde lugar de alojamiento, / por las doce avenidas del South West.
Pasó lo que tenía que pasar, / de mi nueva ciudad tomé su abrigo, / pues la resignación es buen amiga, del hombre cuando tiene que emigrar.
Y pese a la distancia y el ataque, del rígido almanaque, / yo vivo con la suerte de sentirme cubano hasta la muerte, de ser amante de la libertad.
Hoy que mi pueblo vive ilusionado, / yo me siento inspirado y un son estoy cantando,
anunciándole a todos mis hermanos,
que nuestro día viene llegando.
…Porque somos un pueblo que va cantando:
Ya viene llegando,
quiero ver volar mi bandera, Cuba nos espera.
Este es el tamaño de la nostalgia de un caribeño, de un cantautor cubano: Willy Chirino quien desde niño debió abandonar su tierra natal y radicarse en los Estados Unidos de América, donde se hizo el gran cantante y compositor que hoy conocemos y disfrutamos con sus hermosas canciones, cuyas letras navegan entre los mensajes políticos, fuertes como el que antecede a estas oraciones, “el sonido de Miami”, el son cubano y la salsa que nos fascina.
Respetuoso de la ideología de Willy, y compartiendo con él la nostalgia del exilio más no otros elementos políticos de la canción, -que no viene al caso analizar-debo reconocer, como “fans” de su arte, que Oxígeno (52), el Lp. editado en 1991 es una excelente producción musical, cuya canción insignia, fue precisamente, esta seguida de otros éxitos, como Nuestro Día (Ya Viene Llegando”, “Míster Dont Touch The Banana” Viva la Música, y “Medias Negras”, entre otros.
Ahora, cuando escribo sobre el exilio, recuerdo los años 60, los de mi niñez, cuando por razones familiares,-no por asuntos políticos- de mi Turbaco natal, debí trasladarme a Cartagena; sin embargo, en forma parecida a la de Willy me traje lo mejor sus gentes: mis familiares, la música de los Arnedo y del Pollo Sotomayor, la mesa de frito de Luz María de Carrillo, y la música de Fernando, su esposo, el trompetista de Rufo Garrido, Pedro Laza y otros, Arroyo Lejos, Matute, Mameyal Plan Parejo y el campo de béisbol.
De inmediato Cartagena nos acogió, y generosa e hizo de mí y mis hermanos, profesionales de diversas áreas, a la par con Barranquilla a quien le dije-al contrario del Joe: “Te quiero, pero te dejo”, y de nuevo retorné a mí siempre Heroica ciudad, a resarcir en algo, con mis servicios modestos de docente, ambientalista y escritor-historiador, lo mucho que debo a mi familia y a sus gentes.
En mis largos días, siento en diversas ocasiones, nostalgia por Turbaco, no por mi ausencia, sino por lo mucho que ha perdido su ambiente y la naturaleza que me vio crecer, por sus condiciones socioeconómicas y culturales actuales; sin embargo, confío, al igual que canta Willy, que el día del bienestar de sus gentes “Ya viene Llegando”, al igual que el de Cartagena y Barranquilla.
Más el LP., de Chirino, no es sólo nostalgia; es también salsa de la buena con evocaciones a Changó, a los grandes pioneros, maestros, compositores y cantantes de la música cubana y del Gran Caribe, cuando canta:
Gracias por la Música:
Gracias te doy Señor,
por todas las cosas lindas que tú me has dado.
…Gracias te vuelvo a dar por esos
que con su arte me han inspirado
Por Pedro Flores y Pérez Prado,
Por José Alfredo y Rafael Hernández,
Por María Grever y Chabuca, por Chapotín y Miguelito,
Por la Sonora junto a Caito, y por Cortijo junto a Ismael.
Gracias por la música, Gracias por la música,
Por llenar el alma mía…Gracias…
No obstante, las canciones de Willy van más allá de lo anterior, y de Joaquín Sabina, el cantautor español toma la letra de “Medias Negras”, para hacer de estos versos, tal vez, su mejor canción.
Llena de romanticismo, sensualidad y picardía, el creador “del sonido de Miami” nos hace evocar aquellos tiempos de los 70, 80 y 90, cuando las medias eran una de las prendas femeninas más sensuales de ellas.
Las conocí puestas en hermosas piernas, de bellos amores, de diversos colores: beis, color piel y negras, las más sensuales; las hubo y todavía hay quien se atreva usarlas-aunque estén muy pasadas de moda- tobilleras, a la mitad del muslo femenino, sencillas y con ligueros al igual que también las hubo de panty medias.
Quitarlas, con la mayor delicadeza del mundo, a la hermosa dueña que las usaba, era el preámbulo para hacer el amor; era el momento cuando más fuerte latía el corazón y aumenta el fluir de la sangre en cuerpo, alma y todo tu ser, para caer rendido ante unas piernas que poseían la tersura de los pétalos de una rosa en capullo, como lo decían tus labios, desde el primero hasta el último de los mil besos que dabas y te daban , antes de pasar al goce supremo.
Más las emociones se elevaban. cuando las medias eran negras y caladas y el blanco, el color de las piernas; era un matiz que también sentaba bien a las morenas “piel canela”, las preferidas por nosotros los mestizos.
Ahora, cuando han pasado más de 40 años, todavía no logro comprender la fascinación que ejercía una bella mujer con sus piernas adornadas con medias veladas, más aún si eran negras, como las que usaba la chica de Willy; tal vez era el hechizo que usaban ellas para robarnos el corazón, tal como le pasó a Willy y a Sabina.
A manera de epílogo, debe anotarse que, en nuestro Caribe, la tradición de las medias (con su correspondiente complemento) no ha desaparecido y se mantiene-a través de la liga- con una gran connotación sensual, en uno de los acontecimientos más cruciales de la vida de la pareja: el matrimonio; allí, en un lugar especial, en un momento singular, el recién casado debe mostrar sus dotes de seductor y quitar con sus dientes, la apreciada prenda, la cual, ella, de manera general, usa en la pierna izquierda
La liga, una tradición francesa del siglo XIV, con su color blanco simboliza la pureza de la novia; si es de color azul encarna la fidelidad, el amor y la pureza; por ello, cuando el novio logra quitarla, la chica está diciendo que renuncia a la soltería; él la lanzará, la simbólica prenda al grupo de solteros que ansioso espera tomarla en el aire, montón en el cual jamás faltará el grupo de elusivos que nada quieren saber de compromiso y mantener por largo tiempo su libertad.
En nuestros días,” Medias Negras” conserva su encanto, y en tiempos tan difíciles nada mejor que recordar algunas de sus estrofas y escucharla por YouTube, o en su magnífico equipo de sonido.
La vi en la Calle Serra,
toreando con la bolsa un auto bús,
llevaba medias negras,
y minifalda de cuero marrón.
¿Qué hacemos con la ropa? Preguntó
Y yo que nunca tuve
más religión que un cuerpo de mujer,
del cuello de una nube,
aquella madrugada me colgué…
Con los afectos de siempre: reforzados con la buena música de ayer y hoy.
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA
FUENTE: ELUNIVERSAL.COM.CO